Los leopardos tienen cuerpos musculosos, miembros cortos y poderosos, sotobosques blancos y abrigos leonados con manchas negras, conocidas como rosetas. Todos los leopardos tienen patrones de rosetas únicos y su pelaje va desde el rojo anaranjado hasta el amarillo pálido o bronceado Sus manchas oscuras se vuelven sólidas alrededor de la cabeza, las extremidades y el pecho. Las orejas pequeñas y redondeadas se extienden desde la cara ancha del leopardo, que también tiene bigotes sensoriales largos alrededor del hocico y las cejas.
El color del pelaje de un leopardo varía según la ubicación y lo ayuda a mezclarse con el entorno local. Por ejemplo, muchos leopardos del desierto tienen un pelaje amarillo cremoso o marrón claro, mientras que los leopardos en hábitats más fríos a menudo tienen un tinte gris ahumado en su pelaje rojizo. Ocasionalmente, los leopardos nacen con mayores cantidades de melanina en su composición genética y tienen un pelaje completamente negro, lo que hace que sus manchas sean más difíciles de ver.
Los leopardos son más pequeños que otros grandes felinos, pero aprovechan su tamaño compacto para moverse sigilosamente en tierra, en árboles y en agua. Los machos promedio pesan entre 80 y 150 libras, mientras que las hembras pesan entre 62 y 100 libras, según LiveScience. Los leopardos tienen mandíbulas y patas fuertes, lo que les permite matar presas rápidamente rompiéndoles el cuello. Estos robustos felinos pueden transportar carcasas tan pesadas como tres veces su propio peso corporal.