La cultura informa la comunicación. Aporta comprensión a la comunicación a través de un fondo común de experiencias e historias compartidas. Las personas de una cultura única generalmente también comparten una ubicación geográfica. Esta geografía común también afecta la unidad del grupo, ya que todos compartirán las mismas experiencias de clima y topografía. Las experiencias compartidas durante cientos o incluso miles de años crean una cultura que contribuye a la comprensión y la comunicación.
La cultura a menudo incluye un conjunto básico de valores y creencias compartidas. En su libro "Hablando culturalmente," Helen Spencer-Oatey explora los aspectos interactivos de la comunicación intercultural. Las suposiciones compartidas de un grupo de personas ayudan a interpretar el comportamiento y las palabras de aquellos dentro y fuera del grupo. Cuando las personas tienen experiencias en común, esto contribuye a la comprensión en un nivel más profundo de lo que puede ser interpretado por un extraño. Los gestos y las frases idiomáticas a menudo son mal entendidos por aquellos que están fuera de la cultura. Aunque las personas pueden comunicarse efectivamente con otras culturas, deben hacer un esfuerzo para entender la cultura y el idioma de las personas con las que se comunican. La cultura mejora la comunicación, y esta es la razón por la que las personas generalmente entienden mejor a las personas con antecedentes similares. A medida que el mundo se encoge, la comprensión cultural se vuelve más importante. Aunque el inglés se ha convertido en un lenguaje de interpretación, su uso como puente no puede reemplazar la comprensión cultural como parte de la verdadera comunicación.