La protuberancia anormal de una válvula cardíaca que hace que la válvula no pueda cerrarse por completo se llama prolapso de la válvula mitral. Durante esta condición, la válvula mitral sube o retrocede hacia la cámara superior o Atrio izquierdo durante la contracción del corazón. Esto puede llevar a una afección llamada regurgitación de la válvula mitral, que es el flujo de sangre en la aurícula izquierda.
Esta condición no es motivo de preocupación en muchas personas; por lo tanto, es posible que no necesite tratamiento médico o un cambio en el estilo de vida, como lo indica la Clínica Mayo. Sin embargo, hay ciertas situaciones que requieren tratamiento. Los síntomas solo pueden ocurrir cuando la afección conduce a la regurgitación de la válvula mitral y varía de una persona a otra. Los síntomas pueden incluir fatiga, latidos cardíacos irregulares, mareos, dolor de pecho y dificultad para respirar.
En condiciones normales, la válvula mitral ayuda a prevenir el flujo de sangre a la aurícula izquierda cuando el corazón se contrae. En las personas con prolapso de la válvula mitral, las valvas de la válvula mitral desarrollan una protuberancia que evita que la válvula se cierre bien. Hacer una cita con un médico solo es necesario cuando una persona experimenta síntomas, según lo establecido por la Clínica Mayo.