Una mitocondria produce energía para una célula. Las mitocondrias (el plural de mitocondria) son orgánulos pequeños que se encuentran en la mayoría de las células nucleadas, incluidas las de plantas, animales y hongos.
El mecanismo principal por el cual las mitocondrias generan energía es a través de la fabricación de ATP. En representación del trifosfato de adenosina, el ATP almacena energía en sus enlaces químicos. Cuando los enlaces de la molécula se rompen, se libera energía. ATP es a menudo llamada la moneda de la energía de un organismo, ya que se puede utilizar para alimentar una amplia variedad de sistemas, independientemente de la tarea que se complete.
Las mitocondrias tienen su propio ADN que es diferente del que se encuentra en el núcleo de la célula. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que esto es evidencia de que las mitocondrias solían ser criaturas de vida libre. En algún momento de la historia evolutiva, estas mitocondrias comenzaron a vivir dentro de células más avanzadas. Esta relación simbiótica beneficia tanto a la célula, que deriva la energía producida por las mitocondrias, como a la mitocondria, que tiene un hábitat seguro y adecuado para vivir.
Las mitocondrias también se encuentran en las células de las plantas, pero no son la única fuente de energía para las plantas. Las plantas también tienen cloroplastos que participan en la fotosíntesis, que proporciona la mayor parte de la energía de la planta. Algunos científicos sospechan que los cloroplastos también eran organismos vivos libres que ahora viven simbióticamente dentro de las células vegetales.