Algunas de las diferencias entre un líder y un seguidor son que los líderes siempre están dispuestos a intensificarse en situaciones difíciles, inspirar las mejores cualidades de los demás y siempre esforzarse por diseñar iniciativas progresistas para inspirar el cambio. Los líderes también saben la importancia de buscar consejo para tomar decisiones difíciles, mientras que los seguidores son generalmente de alcance provincial.
Los líderes no se alejan de los desafíos, sino que lo aceptan. Tienen una actitud resistente que les permite pensar en soluciones creativas para superar los obstáculos. Los líderes no solo se ponen de pie en situaciones difíciles, sino que también aceptan la responsabilidad total, sin importar la situación que ocurra. La capacidad de aceptar la responsabilidad buena o mala muestra mucho sobre el carácter de un individuo.
Los líderes también inspiran buenas cualidades en otros, mientras que los seguidores no son tan galvanizadores. Los líderes generalmente son intrépidos y nunca se echan atrás. Esta mentalidad de no morir inspira a las personas a las que están llevando a esforzarse para que coincidan con su ética de trabajo. Los líderes lideran con el ejemplo, y las personas están más dispuestas a sacrificarse por ellos porque los tienen en tan alta estima. Además, los líderes siempre se esfuerzan por pensar en métodos creativos para resolver un problema actual. Los seguidores nunca están dispuestos a tomar ninguna iniciativa, y están constantemente buscando a otros para que otros aumenten. Un líder sabe la importancia de conducir siempre un cambio e inspirar esperanza a las personas a las que sirve.