El queroseno y el diesel están formados por largas moléculas de hidrocarburos inflamables derivadas del petróleo crudo, también conocido como petróleo. El queroseno se compone de una mezcla de cadenas de carbono con entre seis y 16 átomos de carbono por cadena. Los combustibles diesel son más pesados, con entre 8 y 21 átomos de carbono por cadena. Ambos son líquidos a temperatura ambiente, pero el combustible diesel tiene un punto de ebullición más alto.
Si bien existen otras opciones como biodeisel y diésel de gas a líquido, la forma predominante de diésel utilizada es el diésel de petróleo. Se produce por la destilación fraccionada de petróleo crudo a temperaturas entre 392 y 662 grados Fahrenheit. Las moléculas que forman el queroseno tienen puntos de ebullición entre 302 y 572 grados Fahrenheit. La diferencia en los puntos de ebullición es lo que permite la destilación del petróleo en sus moléculas constituyentes y es la principal característica distintiva entre los diversos productos.
Los combustibles que componen la gasolina están formados por cadenas con entre 4 y 12 átomos de carbono. Todos se vaporizan a temperaturas inferiores al punto de ebullición del agua, por lo que la gasolina se evapora tan rápido cuando se derrama en el suelo. El hidrocarburo más liviano derivado del petróleo es el metano, que tiene un solo átomo de carbono. El metano permanece en forma gaseosa hasta los -161 grados Fahrenheit.