Los procesadores AMD son más económicos que los procesadores Intel y son más adecuados para tareas que requieren menos recursos. Los procesadores Intel también se construyen con un tamaño de proceso más pequeño, lo que significa que se puede comprimir más potencia en el mismo procesador, en comparación con AMD.
Dado que los procesadores AMD tienen un proceso de mayor tamaño que los de Intel, tienen menos potencia en bruto, pero esto también los hace más baratos. En tareas que requieren menos uso del procesador, como el procesamiento de textos, es bastante difícil notar la diferencia en la velocidad en comparación con Intel. Además, usar un procesador más barato significa que el dinero ahorrado puede ser cambiado a otras prioridades, como más memoria o un disco duro más grande. Los chips AMD de gama baja también superan a los chips Intel al mismo precio. Los chips de AMD también se aceleran más fácilmente, lo que significa que se puede acceder a energía adicional siempre y cuando se cumplan los requisitos de energía y enfriamiento.
Los chips Intel usan menos energía que AMD, debido a su menor tamaño de proceso, por lo que son más adecuados para computadoras portátiles y tabletas, donde la energía es muy importante. También utilizan menos calor, lo que significa que se debe gastar menos energía en enfriarlos. Los chips Intel también tienen una potencia superior en el extremo superior, lo que significa que las aplicaciones intensivas, como los juegos, funcionan de manera más fluida. Además, son más adecuados para la interfaz con tarjetas gráficas de gama alta.