La capacidad térmica específica del acero es de 452 julios por kilogramo de Kelvin, o 0.108 calorías por gramo de Kelvin. Este valor se basa en la temperatura ambiente y la presión atmosférica. La capacidad térmica específica se define como la energía calorífica necesaria para elevar la temperatura de un kilogramo de material en 1 grado Kelvin.
La cantidad de calor que necesita un material para cambiar su temperatura depende de la masa del material, el tipo de material y el cambio de temperatura que se producirá, ya sea positivo o negativo. La energía calorífica de un material se puede calcular utilizando la capacidad calorífica específica del material multiplicando la masa del material por su capacidad calorífica específica y su cambio de temperatura.