El sentido más fuerte para los perros es el olfato. En comparación con los humanos, los perros tienen casi un 25 por ciento más de receptores de olor. Además, la parte de su cerebro que detecta los olores es 40 más grande que en los seres humanos.
Al igual que muchos humanos confían en su sentido de la vista para navegar, los perros confían en su sentido del olfato para comprender y explorar sus alrededores. Los perros pueden oler los aromas aproximadamente 100.000 veces más agudamente que los humanos, lo que los hace expertos en muchas tareas, incluida la caza. Debido a su agudo y preciso sentido del olfato, algunas razas de perros se utilizan con fines aromáticos en los campos de la medicina, como la detección de cáncer. Dado que los perros pueden captar olores que los humanos no pueden detectar, también son adiciones valiosas para los equipos de aplicación de la ley, donde ayudan a realizar actividades como oler drogas y armas. Para poner en perspectiva el agudo sentido del olfato de los perros, los perros podían ver a 3,000 millas lo que la gente puede ver desde un tercio de una milla de distancia, según James Walker, quien anteriormente fue director del Instituto de Investigación Sensorial en la Universidad Estatal de Florida. En términos científicos, eso significa que los perros pueden oler olores a una escala de partes por trillón.
La ciencia del olor canino
Los científicos atribuyen el poderoso sentido del olfato de los perros a su composición física. Los perros pueden tener millones de receptores olfativos en la nariz. En comparación, los humanos tienen mucho menos. La parte del cerebro de un perro que procesa el olor también es 40 veces más grande que la misma parte en los humanos. Las narices de los perros también funcionan de manera diferente a las narices humanas. Los humanos huelen y respiran a través del mismo canal cuando inhalan, pero los dos compartimentos están separados en los perros. Cuando los perros inhalan, un trozo de tejido en sus fosas nasales se pliega para inhalar oxígeno a través de un pasaje y procesar los olores en el otro. En las personas, los aromas se procesan en una pequeña parte de la cavidad nasal. Esencialmente, los olores que los humanos captan son transitorios y se liberan al exhalar. Sin embargo, en los perros, el 12 por ciento del aire que se inhala va a la parte de atrás de la nariz, mientras que el resto del aire se libera al exhalar. El aire con los olores se filtra a través de estructuras llamadas cornetes. Los cornetes filtran y distinguen las moléculas de olor según su tamaño, luego envían señales eléctricas al cerebro para analizar e identificar los olores. Debido a la estructura física de sus narices, los perros también pueden determinar de qué dirección proviene un olor, además de identificar el olor mismo.
Sistema olfativo
Otro factor que crea un mayor sentido del olfato de los perros es el hecho de que tienen un segundo sistema olfativo. En comparación, los humanos solo tienen uno. El segundo sistema olfativo de los perros contiene el órgano vomeronasal, que también se conoce como el órgano de Jacobson. Este órgano, que se encuentra cerca de la parte inferior del pasaje nasal de un perro, capta el olor de las feromonas, que son aromas producidos en animales que indican que están dispuestos a aparearse. Aunque los científicos han hecho muchos descubrimientos sobre el sentido del olfato de los perros, continúan aprendiendo más sobre las impresionantes capacidades de olor de los perros. Los investigadores continúan estudiando hasta qué punto los perros usan su sentido del olfato, y continúan explorando formas en que los poderes del olor de los perros pueden ayudar a los humanos a avanzar en los campos de la ciencia, la medicina y más.