Según los escritos del filósofo John Locke, el individuo da su consentimiento para establecer la sociedad, pero el individuo tiene la obligación de obedecer las leyes. Un individuo solo puede convertirse en miembro de la sociedad si da su consentimiento.
En la sociedad moderna, generalmente se cree que los derechos del individuo triunfan sobre la comunidad, pero el individuo no está completamente libre del grupo. Una persona se convierte en parte del todo, voluntaria o involuntariamente, al renunciar a algunas libertades para alcanzar la seguridad y fomentar los lazos sociales. Por ejemplo, un individuo debe obedecer las leyes y normas sociales para ser aceptado por la comunidad. Según ciertas filosofías, como el contrato social, el individuo desempeña un papel vital para permitir que la sociedad funcione.
El contrato social es una idea que comenzó con Platón pero fue ampliada por el filósofo británico Thomas Hobbes. Su opinión era que los grupos dan poder a las élites a cambio de protección, pero fue John Locke quien destacó que el individuo legitima voluntariamente a las personas que tienen autoridad.
Según el punto de vista de Locke, los humanos provienen de un estado natural, donde están libres de autoridad en todas sus formas. El individuo proviene de un lugar de libertad natural para formar una sociedad y establecer el gobierno. Mientras Locke creía que las personas están obligadas a someterse a la autoridad, también sostenía que las personas tenían el deber de derrocar al estado si abusaba de su poder, una idea que se hizo popular entre los padres fundadores de los Estados Unidos.