En la "Odisea" de Homer, Zeus es una fuerza impulsora detrás de la mayor parte del desarrollo de la trama. Como el más fuerte de los dioses, tanto los otros dioses como los personajes mortales le suplican a Zeus para que los eventos deseados puedan tener lugar.
El conflicto de la Odisea gira en torno a Odiseo, que está lejos de su tierra natal y quiere regresar, y Poseidón, que busca retrasar su regreso el mayor tiempo posible. Poseidón es consciente del decreto de Zeus de que Odiseo debe llegar a casa a salvo, por lo que debe preguntarle a Zeus cuando quiera hacerle daño a Odiseo.
Odiseo también ora a los dioses, a saber, a Atenea, que suplica a Zeus en su nombre.
Zeus no tiene el control total de todas las situaciones porque él, como el resto de los personajes de la Odisea, está sujeto a los destinos. Los destinos dirigen el flujo principal de eventos en la historia y ni siquiera Zeus puede oponerse a ellos.
Zeus también desempeña un papel crucial en lugares donde la narrativa homérica difiere de la tradición del pueblo griego. Cuando Odiseo mata a los pretendientes que se han apoderado de su hogar, la tradición griega dictaba que las familias de los pretendientes a su vez matarían a Odiseo. Sin embargo, al final de la narración, Homero invoca a Zeus para reemplazar esa tradición y mantener a Odiseo a salvo de lo que de otro modo sería una muerte segura.