El ciclo de vida de las bacterias consta de cuatro fases principales: la fase de retraso, la fase exponencial o de registro, la fase estacionaria y la fase de muerte. Los factores que desencadenan el crecimiento de bacterias dependen en gran medida de este ciclo de vida. Las bacterias se multiplican a través de un proceso conocido como fisión binaria.
Durante la fase de retraso, las bacterias no crecen. Solo se adaptan a su entorno y se metabolizan, produciendo los aminoácidos y las vitaminas que necesitan para la división. En esta etapa, también hacen copias de ADN. Si hay suficientes nutrientes disponibles, esta fase puede ser muy corta.
En la fase exponencial o de registro, las bacterias se multiplican rápidamente. En condiciones favorables, las bacterias pueden duplicarse en aproximadamente 15 minutos. Sin embargo, las bacterias a veces tardan días en multiplicarse. La cantidad de tiempo que tarda una cultura en duplicarse se conoce como "tiempo de generación".
Las bacterias se multiplican a través de un proceso conocido como fisión binaria. Para que una bacteria se multiplique, su copia de ADN se desplaza a dos lados opuestos de la membrana, creando células hijas idénticas que se multiplican nuevamente.
La etapa estacionaria se caracteriza por una disminución en el crecimiento de bacterias. La disminución se debe a factores que inhiben el crecimiento, como la formación de productos inhibidores o el agotamiento de nutrientes esenciales. En esta fase, las tasas de crecimiento y mortalidad son iguales. En la fase de muerte, las bacterias pierden la capacidad de reproducirse.