John Locke creía que el gobierno existía para ayudar a proteger a las personas y para ayudar a la sociedad a funcionar, mientras que Thomas Hobbes creía que las personas necesitaban que el gobierno les dijera qué hacer, o de lo contrario, no habría nada más que luchar entre las personas. Locke apoyó a un gobierno representativo como el Parlamento Inglés, mientras que Hobbes apoyó el poder absoluto de líderes como los reyes.
Locke creía que las personas tenían derechos intrínsecos y que otros no podían quitarlos, como el derecho a la propiedad y la felicidad. Creía que las personas deberían ser libres de tomar sus propias decisiones siempre y cuando no fueran peligrosas para los demás. Locke también creía que el gobierno debería ser representativo y que la gente debería tener la oportunidad de elegir líderes. Sin embargo, a pesar de esta creencia en el gobierno representativo, Locke solo quería que las personas con tierras y educación pudieran ser elegidas porque sentía que la persona promedio no podría tomar buenas decisiones para la nación.
Hobbes creía que las personas en su núcleo tenían genio y se mostraban malvados cuando se les dejaba solos porque la naturaleza los forzaba a ser así para sobrevivir. Pensó que las personas no podrían ser productivas o vivir en paz sin un poder autoritario fuerte que les dijera qué hacer. Creía que esto debería venir en forma de un gobernante absoluto para que siempre haya un "ejercicio consistente de autoridad política".