La lana mantiene a las personas calientes, ya que tiene huecos de aire dentro de las fibras. Estos huecos de aire actúan como una barrera y evitan la pérdida de calor corporal en el aire frío circundante. Las fibras de lana absorben el agua y permiten que las personas se mantengan calientes, incluso cuando las condiciones climáticas son húmedas y extremadamente frías.
Las fibras de lana son duraderas y elásticas. Una fibra de lana puede estirarse hasta alrededor del 30 por ciento sin romperse. Es muy flexible y puede doblarse 20,000 veces antes de que se rompa. La lana también puede mantener a las personas frescas en verano al evitar que el cuerpo se sobrecaliente. La lana es un material extremadamente resistente al fuego que se usa en muchos muebles para el hogar, como los colchones.