La autoevaluación requiere que las personas realicen un balance verdadero y honesto de sí mismos y comprometan sus hallazgos con algún tipo de documentación. Ya sea escolar o profesional, el proceso de evaluación de uno mismo es fundamental para el éxito continuo. De hecho, algunos empleadores lo requieren regularmente.
Las evaluaciones personales requieren una gran introspección e incluso más honestidad personal. Es muy difícil que las personas se critiquen objetivamente en la mayoría de las situaciones, ya que el ego humano a menudo ayuda a pintar una versión idealizada de sus comportamientos, rasgos y desempeño general, ya sea en un entorno laboral o escolar. Por eso es importante aprender a autoevaluarse a una edad temprana. Una conciencia honesta de las fortalezas, debilidades, fallas y virtudes de uno puede hacer que la superación sea más fácil y más gratificante.
Específicamente, fomentar la capacidad de autoevaluación puede proporcionar una ventaja clara al buscar empleo, ya que muchas empresas buscan personas con un fuerte sentido de quiénes son y una comprensión firme de la realidad de lo que son capaces de hacer. Con demasiada frecuencia, las personas se alimentan de la idealización de su ego de quiénes son, pero esta es una trampa auto-gratificante que no beneficia a nadie, excepto el sentido de auto-importancia y valor de ese individuo en particular.