Los continentes se apoyan en placas masivas conocidas como placas tectónicas, que son fluidas y capaces de moverse debido al manto y el magma que se encuentran debajo, y cuando las placas tectónicas se mueven, causan un desplazamiento continental. El concepto de deriva continental se describió por primera vez a principios del siglo XX por el científico alemán Alfred Wegener, quien explicó que las masas continentales en realidad estaban a la deriva en la Tierra. Esto se opone a la teoría original de que las masas terrestres son fijas e inmóviles.
Wegener creía que todas las masas de tierra se unieron originalmente en una sola masa de tierra conocida como Pangea. Se cree que Pangea existió hace 240 millones de años; sin embargo, esta gran masa de tierra o continente comenzó a dividirse, hace aproximadamente 200 millones de años, en los continentes que se conocen en la actualidad.
La exploración subacuática realizada por científicos ha determinado que la deriva continental es, de hecho, una teoría precisa. El lecho marino se está extendiendo en varios lugares, y la nueva corteza que se forma empuja las dos placas cercanas más alejadas entre sí. Esto es causado por la roca fundida desde el interior de la tierra que ha estado aumentando constantemente. Por ejemplo, se piensa que América del Norte y Europa se están alejando entre sí a una velocidad de 1 pulgada por año.