El trasplante de girasoles no es difícil y es similar al trasplante de otras plantas. Lo principal a tener en cuenta es que los tallos de los girasoles jóvenes son muy delicados y pueden requerir un poco de cuidado durante las primeras semanas.
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Preparar el terreno para plantar
Cavar hoyos para las plantas. Recuerda que los girasoles son altos y las raíces se extienden más lejos de lo que podrías esperar. Separe los agujeros lo suficiente para que las plantas no estén llenas una vez que se hagan más grandes. Los agujeros deben tener una profundidad de 3 a 4 pulgadas con tierra suelta alrededor para que las raíces tengan algo que agarrar.
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Pon el girasol en el agujero
Coloque con cuidado el girasol en el centro del orificio y cubra las raíces sin apretar. No empaques el suelo demasiado apretado en el agujero.
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riega ligeramente
Los girasoles son resistentes y no necesitan ser fertilizados a menos que su suelo esté seriamente agotado. No necesitan grandes cantidades de agua, pero el riego ayuda a la planta a superar el trauma del trasplante y a instalarse en su nuevo hogar.
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Proporcionar soporte
Si está trasplantando plantas muy pequeñas, es útil replantearlas con palitos de paleta u otros soportes pequeños de madera o plástico. No es necesario en todos los casos, pero el viento fuerte o la lluvia fuerte pueden doblar las plantas y dañar esos delicados tallos. Sujeta la planta a los estacas con cuidado para no rasgar los tallos, dañar las hojas o evitar un crecimiento natural.