La flotabilidad es la tendencia de un objeto a flotar en un fluido si el objeto es menos denso que el fluido. Arquímedes descubrió el fenómeno por primera vez y se explica por la fuerza hacia arriba que ejerce un fluido un objeto inmerso en dicho fluido.
Al intentar determinar la flotabilidad de un objeto en el agua, es útil conocer la gravedad específica del objeto. La gravedad específica, también conocida como densidad relativa, se puede determinar al dividir la densidad de un compuesto por la densidad del agua. La densidad del agua puede cambiar con la temperatura, pero no se aleja demasiado de 1 gramo por centímetro cúbico, lo que hace que el cálculo de la gravedad específica sea bastante fácil. Si la gravedad específica de un objeto es mayor que 1, se hunde, pero si la gravedad específica del objeto es menor que 1, flota y exhibe flotabilidad.
La densidad de cualquier gas, líquido o sólido se puede encontrar tomando la masa del compuesto y dividiéndola por su volumen actual. Hay varias densidades conocidas de sustancias comunes, que permiten a los científicos determinar la masa o el volumen desconocidos de ciertos compuestos, como el agua, siempre que se conozca el otro valor, ya sea la masa o el volumen.