Un método común para probar el contenido de plata de un metal es usar una mezcla de ácido nítrico y dicromato de potasio (solución de Schwerter) y luego analizar el color de un papel de prueba aplicado a la pieza. Sin embargo, los productos químicos son peligrosos, por lo que se debe tener cuidado.
El uso de un espectrómetro de masas para analizar la estructura molecular del metal es una de las formas más confiables de probar si un metal es plata, pero requiere un equipo especializado costoso, por lo que es utilizado principalmente por las oficinas de ensayos. Algunos expertos también pueden usar analizadores de fluorescencia de rayos X de mano para verificar la pureza del metal. Para piezas más grandes de plata, se puede tomar una muestra y luego fundirse y analizarse químicamente. Esto no se puede usar para joyas de plata o monedas debido al daño que causa.
Muchas pruebas que se pueden realizar en el hogar pueden darle una idea de si su artículo es plateado, pero no pueden garantizarlo. La plata no es magnética, por lo que una manera fácil de descartar muchas falsificaciones es ver si un imán las atrae. También tiene un sonido de timbre distintivo cuando es golpeado o golpeado por algo duro, como un martillo. Si tiene un artículo que pasa ambas pruebas, puede llevarlo a un platero o joyero para confirmar su contenido de plata.