Cuando los elementos no procesados o sin procesar, como números, imágenes y texto, se agrupan en una colección, esta colección se denomina datos. Estos elementos pueden almacenarse en forma impresa o electrónica. Sin embargo, sin ningún contexto para ayudar a entender el significado de los datos, los datos no son útiles para sacar conclusiones o decisiones.
Las personas pueden hacer que los datos sean significativos al establecer un propósito para recopilar los datos. Por ejemplo, un científico puede tomar varias medidas y registrar cada número como un punto de datos. El científico puede mirar los datos recopilados para obtener información sobre el conjunto de datos. Por ejemplo, el científico podría llegar a una conclusión basándose en sus observaciones sobre un punto de datos específico. Un mayor análisis de los datos puede llevar a una visión, que puede ayudar al científico a decidir qué acción tomar en función de los hallazgos, ayudando así a tomar decisiones.