El tocado de una monja se llama velo, aunque varios artículos componen el tocado. La cofia es el gorro blanco que se ajusta al tocado. El wimple es la pieza blanca tradicional que cubre el cuello y las mejillas, y el velo es el recubrimiento exterior de la tela.
Las monjas católicas romanas prometen llevar una vida de pobreza, castidad y obediencia a Dios. Para mostrar modestia, consagración y pertenencia a su orden, llevan hábitos religiosos con velos como parte del conjunto; este es el origen de la expresión "tomar el velo", que significa convertirse en monja. Sin embargo, muchas monjas modernas prefieren un hábito contemporáneo al tradicional, y algunas optan por acabar con el hábito mientras están en servicio.