La niebla se forma cuando las gotas de agua en el aire se enfrían repentinamente. Estas gotitas, que eran un gas a una temperatura más alta, se vuelven visibles cuando se enfrían. Muy similar a la niebla, esto ocurre a menudo cuando el aire sentado sobre agua tibia entra en contacto con tierra fresca y seca.
El proceso químico involucrado en el cambio de gotitas a niebla o neblina se conoce como dispersión. Otro ejemplo de niebla se nota fácilmente cuando una persona exhala una gran bocanada de aire caliente de su cuerpo a una temperatura más fría. La nube que es visible después de la exhalación es niebla. Otro ejemplo común de neblina es colocar agua a temperatura ambiente o agua fría en una sauna climatizada.
La niebla también tiene otras causas, como la actividad volcánica. El vapor de agua caliente mezclado con lava a menudo es empujado hacia la atmósfera de la Tierra. Cuando este aire caliente entra en contacto con el aire más frío fuera del volcán, crea niebla. Cuando la niebla se forma a temperaturas inferiores a 32 grados Fahrenheit, se forma una niebla helada o niebla.
Algunas áreas del mundo tienen condiciones de niebla la mayor parte del tiempo. Un ejemplo de esto está en Escocia. Debido a la llovizna de lluvia casi constante en el aire cálido, la niebla a menudo cuelga en el aire, lo que se conoce como "niebla escocesa".