A lo largo de la mayoría de la obra de Sófocles, "Edipo Rex", Edipo se tiene un gran respeto por sí mismo. Sin embargo, su arrogancia lleva a su caída, y al final de la obra tiene Baja opinión de sí mismo.
Edipo piensa mucho de sí mismo durante la mayor parte de la obra. Después de todo, él es el rey y resolvió el misterio de la esfinge. Además, la gente de Tebas tiene a Edipo en muy alta estima. Estas dos fuerzas le dan a Edipo un mayor sentido de sí mismo. Esto lo lleva en una búsqueda para resolver una pregunta que él cree que solo él puede responder. En un artículo del sitio web de Ball State University, se observa que si bien la inteligencia de Edipo lo hace grande, también es lo que lo hace trágico porque no puede dejar de buscar la respuesta a su pasado. Mientras otros en su vida tratan de convencerlo de que deje el pasado solo, él es terco y continúa en su viaje para descubrir la verdad.
La verdad es lo que cambia la opinión de Edipo de sí mismo de bueno a malo. Cuando finalmente descubre la verdad, no puede soportarla. La respuesta que buscó y las consecuencias asociadas con ella son tan increíblemente diferentes de lo que esperaba, que se ciega a sí mismo. Él cree que ya no es grande y vive el resto de su vida dándose cuenta de que el conocimiento de su terrible destino fue culpa suya. En un artículo sobre Chemeketa.edu se sugiere que, independientemente de los terribles resultados, Edipo siempre tuvo el control de su destino y el que finalmente eligió es uno con el que pueda vivir.