La respuesta a la luz en las plantas es una serie compleja de desencadenantes y circuitos de retroalimentación que utilizan ciertas proteínas en la célula para preparar y procesar la luz que produce crecimiento, florece y se esfuerza hacia la luz. Las proteínas responsables de la respuesta a la luz son FHY3, FAR1, FHY1, FHL y fitocromo A.
Las plantas comienzan a reaccionar ante la ausencia de luz produciendo el par de proteínas conocidas como FHY3 y FAR1. Estas dos proteínas aumentan la producción de otro par de proteínas conocidas como FHY1 y FHL. La planta almacena estas proteínas para que pueda responder a la luz tan pronto como esté disponible. Una proteína conocida como fitocromo A detecta la luz en el extremo rojo del espectro, comenzando la respuesta de la luz de la planta antes de que los humanos puedan verla.
Cuando se activa el fitocromo A, se une con FHY1 y FHL, lo que resulta en la acumulación de fitocromo A en el núcleo de la célula. El fitocromo A ajusta la actividad de los genes en el núcleo celular que son responsables del desarrollo de la planta. Cuando la actividad del gen cambia, la planta responde con crecimiento, floración o esfuerzo hacia la luz. A medida que se acumula más fitocromo A en el núcleo, se producen menos FHY3 y FAR1, creando un circuito de retroalimentación negativa que limita la respuesta de luz de la planta.