Para obtener los mejores resultados de una cama de bronceado, recuerde que la moderación es la clave. Comience con sesiones más cortas en camas de bronceado de menor intensidad. Tenga cuidado de que la piel no se ponga roja, demasiado seca o con picazón entre las sesiones. Estos son signos de bronceado excesivo.
Broncearse dos o tres veces por semana suele ser suficiente para mantener un bronceado. El cuidado de la piel mediante el uso de loción bronceadora para interiores antes de cada sesión y la aplicación de una loción para después del bronceado por lo menos dos veces al día después asegurará que el bronceado se desarrolle fácilmente y mantenga un aspecto saludable. Se deben evitar otros productos para la piel, como el desodorante o el maquillaje, antes del bronceado, ya que pueden causar reacciones o afectar la calidad del bronceado. Para su protección, se recomienda usar gafas protectoras, ya que cubre áreas sensibles con una toalla o traje de baño.