Gertrude muere cuando por error bebe vino envenenado destinado a Hamlet. Al comienzo de la escena, Claudio dejó caer una perla envenenada en la taza y se la ofreció a Hamlet.
Algunas producciones de Hamlet interpretan la escena para sugerir que Gertrude sabe que la copa está envenenada pero que, de todos modos, bebe como expiación por sus pecados. El texto de la obra es ambiguo. Cuando Claudio le advierte que no beba, ella dice: "Lo haré, mi señor; te ruego que me perdones". Si bien parece poco probable que supiera que la copa estaba envenenada antes de recogerla, es posible que algo en el modo o el tono de Claudius la haga sospechar la verdad.