Para estirar los zapatos de charol, tome una bolsa de plástico y llénela con agua hasta la mitad. Selle la bolsa herméticamente. Coloque la bolsa en el zapato y ponga el zapato en el congelador. A medida que el agua se congela, se expande, llena el área disponible y presiona los bordes de los zapatos para agrandarlos. Póngase los zapatos y relájese mientras se descongelan y moldean alrededor de sus pies.
El calor también es efectivo cuando se trata de estirar los zapatos de charol. Mientras usa un par de calcetines gruesos, póngase los zapatos. Coloque un secador de pelo en el ajuste más caliente y dirija el aire hacia la parte más apretada del zapato. A medida que esa área se calienta, el cuero se vuelve flexible y se estira alrededor de tus pies.
Otra opción es llenar los zapatos demasiado pequeños con una capa de alcohol. Use una botella con atomizador para aplicar el alcohol de frotamiento y póngase los zapatos mientras aún esté mojado. Úselos hasta que el alcohol se seque, y repita el procedimiento hasta que los zapatos sean más espaciosos.
También hay aerosoles comerciales que están diseñados para ayudar a que el charol se relaje y se estire. Un zapatero profesional también puede hacer un zapato de charol más grande.