Los gladiadores romanos fueron sometidos a un riguroso entrenamiento físico y psicológico que incluía instrucciones sobre cómo comportarse, cómo morir y cómo realizar varias tácticas de guerra y combate para mantenerse con vida durante las peleas. los gladiadores romanos eran completamente examinado por los médicos y entrenadores antes de que se les permita unirse a los campos de entrenamiento. Una vez aceptados, los gladiadores aprendieron cómo usar varias herramientas, como escudos y espadas de madera, y cómo montar caballos para darles la mayor ventaja durante el combate.
Los gladiadores a menudo se entrenaban en escuelas de entrenamiento especial. Más de 100 instalaciones de entrenamiento existían en la antigua Roma, que parecían y operaban como sistemas de prisiones. Los gladiadores eran esencialmente prisioneros, aunque se los consideraba valiosos debido a su papel de soldados, lo que les permitió recibir un mejor trato que otros esclavos. Los gladiadores venían en muchos tamaños y tenían diferentes conjuntos de habilidades que los hacían valiosos para diferentes situaciones de combate. Algunos demostraron tener habilidades de manejo equino excepcionalmente buenas y sirvieron como soldados a caballo. Otros gladiadores, particularmente los hombres más grandes y atléticos, fueron entrenados para participar en el combate cuerpo a cuerpo en el campo de batalla. Algunos gladiadores estaban equipados con cantidades mínimas de equipo, lo que les permitió correr rápidamente y lanzar ataques rápidos, mientras que otros estaban fuertemente armados.