Beowulf encarna los ideales de conducta anglosajones, que incluían integridad y dignidad, a través de sus heroicos asesinatos de monstruos, demostrando su valentía y, como rey en el episodio final, su lealtad a su gente. > Sin embargo, algunos eruditos han argumentado que al sacrificarse a sí mismo, Beowulf perjudicó a su gente al dejarlos sin rey.
Sin embargo, tal auto sacrificio heroico es concordante con el énfasis anglosajón en los valores de los guerreros. En cualquier caso, su destino final se interpreta ampliamente como una cuestión de predestinación en lugar de una elección personal.
En su transición de guerrero a rey, Beowulf encarna los ideales anglosajones de cortesía y sabiduría. A diferencia de Hrothulf, Beowulf no busca el trono para sí mismo, sino que apoya al candidato que considera más apto para gobernar.