El capitán George Vancouver le dio el nombre moderno de este volcán en 1792. Lo nombró en honor a Alleyne Fitzherbert, quien fue el embajador británico en España. Fitzherbert sostuvo el título de Baron St. Helens.
Antes de que el capitán Vancouver llamara al volcán, los nativos americanos que vivían en el noroeste del Pacífico se referían a él como "Louwala-Clough", que significa "montaña humeante".
El Monte St. Helens fue considerado un volcán inactivo hasta que entró en erupción en 1980, recordando al mundo que era tan peligroso como los volcanes que se encuentran en Hawai y Alaska. Después de esa famosa explosión, los investigadores comenzaron a estudiar el volcán y descubrieron que había estallado en varias ocasiones diferentes, algunas desde hace 40,000 años.