Aristóteles clasificó a los organismos agrupándolos por características similares. Estos grupos se denominaron géneros y dividió los organismos dentro de los géneros.
Su obra consistía en dos grupos principales de animales, los que tenían sangre y los que no. Esta agrupación fue similar a la división moderna entre vertebrados e invertebrados. Había cinco clasificaciones de animales de sangre: mamíferos, reptiles, aves, ballenas y peces. Los animales que no eran de sangre se llamaban cefalópodos e incluían crustáceos, insectos, escorpiones, animales con caparazones y animales similares a plantas. Su trabajo contenía algunos errores, pero siguió siendo una base sólida para los estudios biológicos durante muchos años después de su muerte.