Las tasas de interés generalmente caen durante una recesión. Una de las razones de esta caída en las tasas es que la Reserva Federal intenta deliberadamente reducir la tasa para ayudar a estimular la economía y fomentar el gasto.
Una forma en que la Reserva Federal baja las tasas de interés es estableciendo la Tasa objetivo de los fondos federales, que es la tasa de interés entre las instituciones bancarias. La Reserva Federal también compra muchos bonos del gobierno, lo que hace que el precio de estos bonos suba. Existe una relación inversa entre los precios de los bonos y las tasas de interés; cuando uno se levanta, el otro cae. La última fuerza para bajar las tasas de interés es la vacilación del consumidor para pedir dinero prestado en una recesión. A medida que más dinero se vuelve disponible para los préstamos, la tasa de interés disminuye.