La importancia de la vida humana está determinada por la percepción individual, y generalmente está sujeta a los valores, creencias y cultura de ese individuo. A lo largo de los siglos, muchas personas han escrito y hablado sobre este tema, pero no existe una respuesta universal única.
Las preguntas existenciales sobre por qué existen los humanos, cuál es su propósito y cómo deben funcionar dentro del mundo siguen siendo fuentes de intriga para la especie. La forma en que las personas intentan responder a estas preguntas a menudo depende de las religiones y filosofías que siguen.
Muchas religiones modernas creen que la importancia de cada vida humana se basa en el servicio de esa persona a un poder superior. Algunos filósofos existencialistas, como Friedrich Nietzsche, concluyeron que la vida no tiene ningún significado más allá de lo que uno podría lograr en la vida de uno. Los biólogos y los científicos del medio ambiente juzgan toda la vida por la eficacia con que se encuentra dentro de su ecosistema; Algunos juzgan vidas humanas por sus huellas de carbono. Los trabajos de ficción también intentan explorar estos temas, como en la novela "Atlas de la nube" y una película con el mismo nombre, en la que está implícito que una vida humana es tan importante como los impactos que esa persona tiene en otros, incluso si esos impactos no Se manifiesta hasta décadas después de su muerte.
Históricamente, los humanos no han podido ponerse de acuerdo sobre cómo clasificar las vidas según su importancia. Algunos determinan la importancia según el estatus social, la riqueza o la raza, mientras que otros usan la edad o el género. En los debates sobre el tema del aborto, los participantes a menudo no están de acuerdo sobre cómo definir la importancia y la vida del niño por nacer. Una vez más, las diferencias de opinión sobre este tema generalmente se basan en valores fundamentales.