Los orificios para pendientes pueden cerrarse con un simple procedimiento de cirugía plástica. El procedimiento se realiza en la oficina y funciona para volver a unir el tejido de forma segura. Los orificios de los pendientes también se pueden cerrar de forma natural mediante la eliminación de los tacos perforados en las primeras cuatro semanas del procedimiento de perforación.
Mientras que la creencia común es que los orificios de los aretes se cerrarán naturalmente si se quitan los aretes durante meses o años, la realidad es que una vez que los orificios se han curado después de una perforación inicial, son permanentes. Es posible que una capa delgada de cartílago crezca en el orificio del arete debido a que el cartílago se encoge, pero se puede perforar y volver a abrir fácilmente con una aguja o arete.
Para las personas con lóbulos de oreja calibrados, las posibilidades de que los agujeros se reduzcan hasta pasar inadvertidos son mínimas. Esto se debe al hecho de que los orificios son mucho más grandes y se estiran debido a los tapones y anillos que se desgastan en los orificios. Los lóbulos de las orejas calibrados se pueden reparar con cirugía reconstructiva. Este procedimiento es más detallado que un simple taladrado y requiere anestesia general. El proceso reconstructivo funciona al quitar la piel estirada del lóbulo de la oreja y al remodelar el orificio del pendiente.