Para reparar el césped que está muriendo, levante los pedazos de césped afectados y vuelva a colocarlo para eliminar las bolsas de aire. En climas cálidos, secos o con mucho viento, aumente el programa de riego y riegue el césped por la noche para asegurarse de que la humedad no se evapore rápidamente. Si el riego no resuelve el problema, vuelva a sembrar el área afectada, riegue el césped con frecuencia y evite cortar el césped hasta que la semilla esté bien establecida. Aplicar fertilizante después de que el césped revive.
Las manchas amarillas o marrones en el césped generalmente indican la necesidad de más agua. Riegue el césped a una profundidad de 4 a 5 pulgadas por debajo del césped durante las primeras dos semanas después de la instalación. Continúe regando el césped con frecuencia hasta que las raíces se extiendan hacia el suelo. Una vez establecida la hierba, riegue el césped a una profundidad de 1 a 2 pulgadas.
Si se producen manchas marrones como resultado de plagas, como insectos, trate el césped con un pesticida, aplique semillas de hierba y fertilizante al césped muerto y riegue completamente el área afectada. En general, el césped amarillo es reparable, mientras que el césped que tiene pasto marrón y quebradizo requiere que se vuelva a sembrar para reparar el daño. No aplique fertilizante al césped moribundo para revivirlo, ya que esto puede causar más daño al sistema radicular.