La limpieza de la chimenea es un procedimiento que debe realizarse antes de que comience el clima frío para garantizar una funcionalidad óptima. Necesitará una pala para chimenea, una aspiradora de mano, un cepillo de nylon y una solución de agua y lejía.
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Limpie la rejilla y los andirones
Lleve la rejilla y los andirones al exterior. Frótelos bien con un cepillo de nylon. Use agua para enjuagarlos y use una toalla o trapo para secarlos. Lávelos con un pulidor de metal, si lo desea.
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Retire los residuos
Use una pala para chimenea para eliminar las cenizas o la materia quemada del piso. Disponer de todos los materiales.
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Friegue las paredes
Coloque los periódicos en el piso para atrapar el hollín y el polvo. Use el cepillo de nylon para limpiar las paredes, comenzando desde la parte superior y moviéndose hacia abajo.
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Aspire el piso y las paredes
Si todavía hay polvo y escombros, use una aspiradora de mano o un accesorio de manguera para retirarlo. Puede ser necesario usar una máscara protectora.
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Lave el piso y las paredes
Mezcle una solución con 6 cucharadas de fosfato trisódico, 1 taza de lejía y 1 galón de agua tibia. Usando guantes protectores, frote las paredes a fondo con el cepillo de nylon. Enjuague las paredes con agua y use una toalla para secarlas.