La luz afecta el crecimiento de las plantas de tres maneras, incluida la calidad, la cantidad y la duración. Todas estas deben unirse en el equilibrio adecuado para garantizar el crecimiento óptimo de una planta.
La calidad aborda la longitud de onda o el color de la luz que llega a la superficie de la planta. La luz solar puede ser un prisma de diferentes colores, incluyendo rojo, amarillo, azul, violeta, naranja, verde e índigo. Los eventos climáticos, como la lluvia, pueden funcionar de manera similar a un prisma y proyectar diferentes colores. La cantidad significa la concentración o la intensidad de la luz solar que recibe la planta, y la duración se refiere al tiempo durante el cual la planta recibe la luz solar.