El término "rebelde sirio" se refiere a cualquier número de grupos que operan dentro de Siria con el objetivo final de acabar con el régimen dictatorial del presidente Bashar al-Assad, a partir de 2014. También hay una facción de los islamistas sunitas que quieren establecer un estado islámico fundamentalista.
En el verano de 2011, los desertores del ejército organizaron una rebelión armada contra al-Assad. Estos rebeldes se conocieron como el Ejército Sirio Libre y estaban formados por miles de voluntarios, todos con sus propias razones para oponerse a la dictadura de Assad. La FSA se ha dividido desde entonces en numerosas facciones. Según la BBC, a partir de diciembre de 2013, había en Siria hasta 1.000 grupos armados de oposición que consistían en aproximadamente 100.000 combatientes. Los rebeldes sirios están respaldados por Arabia Saudita, Qatar y Turquía; sin embargo, su falta de organización y el elemento islamista ponen nerviosos a los gobiernos occidentales a la hora de prometer apoyo.
Si bien la rebelión está liderada principalmente por la mayoría árabe sunita, los combatientes extranjeros han cruzado la frontera y se han unido a las unidades rebeldes. Los dos grupos rebeldes principales son el Consejo Militar Supremo del Ejército Libre de Siria y el Frente Sirio de Liberación Islámica. Las ramas independientes incluyen las Brigadas Ahfad al-Rasoul, el Frente Asala wa al-Tanmiya y la Comisión Durou al-Thawra, entre otros. Los grupos yihadistas de línea dura incluyen el Frente Al-Nusra y el Estado Islámico de Irak y el Levante, también conocido como ISIS.