Los antiguos egipcios inventaron los marcos para cuadros. Se tallaron o pintaron en un pedazo de madera y luego cortaron los bordes de la madera para crear un marco. Ejemplos de estos primeros cuadros se han encontrado en las tumbas de las momias.
En Europa, los marcos de fotos se usaron para enmarcar íconos y algunas veces se diseñaron para parecerse a las ventanas, reflejando la idea de que las pinturas eran "ventanas hacia el alma". En América, los marcos para cuadros eran al principio simples y prácticos, pero luego presentaron adornos agrícolas como el maíz y el trigo, en contraste con los diseños de hojas y flores que se ven a menudo en los marcos en Europa.