No hay manera de saber con certeza objetiva qué gran felino ganaría en un enfrentamiento entre dos individuos de la misma especie o diferentes, incluidos leopardos y leones. Los leones son más grandes y más fuertes que los leopardos, pero los leopardos son conocidos por sus repentinos estallidos de ferocidad y por su propensión a los asaltos abrumadoramente salvajes a los animales que entran a sus territorios.
La principal ventaja del león, con la excepción del tamaño físico y la fuerza, es que si el león es un macho, tiene una crin para proteger su cuello. La mayoría de los gatos grandes matan yendo por la garganta y rasgando o rasgando, pero el pelo grueso de la melena confunde esta estrategia.
Los leopardos son más pequeños que los leones, pero son extremadamente poderosos por su tamaño y son cazadores de emboscadas experimentados, que a menudo caen de los árboles a la presa para tomarlos por sorpresa. Los leopardos también son cazadores solitarios y deben luchar solos para proteger su territorio de otros leopardos, mientras que los leones están acostumbrados a luchar en grupos.
Los leopardos son significativamente más livianos que los leones, con un peso de menos de 200 libras, mientras que un león macho adulto puede inclinar la balanza a más de 400 libras. Esta disparidad hace que sea casi imposible para un leopardo dominar físicamente a un león en una confrontación directa.