La lejía, el aceite vegetal y el ajo son algunos artículos comunes en el hogar que pueden matar mosquitos, así como trampas hechas de botellas de refrescos de dos litros y bolsas de papel marrón que están cebadas con azúcar y levadura. La Agencia de Protección Ambiental califica el cloro cloro como un insecticida.
Lo mejor es usar la lejía y el aceite vegetal para matar larvas de mosquitos en el agua estancada alrededor de la casa, como baños de aves, fuentes y estanques de jardinería. Una cucharada de cloro por cada 50 galones de agua es lo suficientemente tóxica, mientras que el aceite vegetal suficiente para cubrir la parte superior del agua y evitar que salgan mosquitos para el aire también funciona bien.
Las trampas construidas con azúcar y levadura activa son muy efectivas para los mosquitos adultos porque los insectos son atraídos dentro de las trampas por el dióxido de carbono generado por el cebo.