Limpie una chimenea de piedra caliza vaciando las cenizas, aspirando la piedra, protegiendo el área circundante y frotando con fosfato trisódico. Dado que la piedra caliza es porosa, permite que las manchas empapen la piedra.
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Vacíe las cenizas
Espere hasta que el fuego haya muerto y las cenizas estén frías antes de comenzar el proceso. Retire toda la leña y las cenizas sin quemar del pozo de fuego antes de continuar.
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Aspire la piedra
Coloque un cepillo suave en la aspiradora y aspire la piedra para eliminar la mayor cantidad de polvo posible antes de humedecerla.
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Proteja el área circundante
Coloque toallas alrededor de la chimenea en el piso para recoger cualquier salpicadura o goteo que se forme mientras trabaja. Use protección para los ojos, guantes de goma y ropa que evite que la solución de limpieza toque su piel.
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Mezcle la solución
Siga las instrucciones del paquete para mezclar el fosfato trisódico en agua. Para la piedra caliza de color claro, agregue una pequeña cantidad de lejía a la solución. Si la chimenea está oscura, no agregue la lejía, ya que puede aclarar el color de la piedra.
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Restriega la chimenea
Aplica la solución a la piedra con una esponja y déjala remojar unos minutos. Use un cepillo de fregar sumergido en más de la solución de limpieza para fregar cada piedra y el mortero entre las piedras.