La mejor manera de elogiar a un jefe es mantener las cosas sucintas y atenerse a las afirmaciones veraces. Algo tan simple como "Aprecio todo el trabajo arduo que pones para mantener las cosas funcionando" puede ser todo lo necesario para que cualquier persona en el lugar de trabajo esté de buen humor. El embellecimiento abierto o la falsedad evidente pueden no funcionar en muchos jefes.
Una de las claves para saber qué decir es juzgar el estilo y la personalidad de la gerencia del jefe y usarlo como base de cualquier sentimiento positivo. Reconocer las fortalezas de un supervisor en la forma en que se relaciona con el trabajo en sí mismo es una buena manera de hacerle saber que está haciendo un buen trabajo. Si su comunicación es siempre excelente, trate de mencionar cómo se mantiene el trabajo en la oficina.
La forma más efectiva de reconocimiento complementario es mostrar al ejecutivo directamente sobre el jefe en cuestión que se aprecian las habilidades del jefe. Si el jefe evita que el problema crezca, mencionar cómo detectó un problema temprano puede reforzar su reputación. La disposición a intensificar y hacer un esfuerzo extra para ayudar a un buen jefe y capacitarlo también puede ser muy apreciada, señala Fast Company