El sol produce calor y radiación electromagnética como un producto de la fusión de núcleos de hidrógeno con núcleos de helio. La radiación producida cubre la mayor parte del espectro electromagnético, incluida la luz visible, ultravioleta e infrarroja. Como rayos X y ondas de radio.
El calor del sol permite que la tierra permanezca a una temperatura de soporte vital. Además, la luz del sol permite que se produzca la fotosíntesis, que es la fuente directa e indirecta de casi todos los alimentos del planeta. Incluso los combustibles fósiles, como el petróleo, el carbón y el gas natural, son el resultado indirecto de la energía del sol, ya que se derivan de los restos fosilizados de plantas y animales que no habrían existido sin la fotosíntesis.