Los primeros signos de un frente cálido que se aproxima incluyen un movimiento general de aire desde el sudoeste al noreste, una caída en la presión del aire y un aire más cálido detrás del movimiento del frente. Los frentes cálidos tienden a señalar un cambio general en el clima.
Cuando un frente cálido se acerca y se abre camino, el punto de rocío y la presión del aire aumentan constantemente. Las precipitaciones tienden a ocurrir en forma de lluvia, aguanieve y nieve. La visibilidad es a menudo pobre. Después de pasar un frente cálido, las condiciones tienden a revertirse a medida que las temperaturas aumentan y la precipitación disminuye. Los frentes cálidos proporcionan una mejor comprensión de cómo los sistemas de presión interactúan con la geografía para influir en el clima.