Un satélite requiere una velocidad de 17,450 millas por hora para mantener una órbita terrestre baja. Los satélites en órbitas más altas viajan más lentamente; por ejemplo, un satélite geoestacionario solo orbita a 6.858 millas por hora.
Cuando los satélites orbitan, caen alrededor del planeta porque la fuerza gravitacional mantiene al satélite en movimiento. Cuanto más cerca están, mayor es el tirón. La órbita alrededor de la Tierra fue pensada por primera vez por Isaac Newton con su experimento mental de bala de cañón. Afirmó que si un cañón en la cima de una montaña disparara una bola, más rápido dispararía, más lejos viajaría. Razonó correctamente que se podría alcanzar una velocidad que permitiera a un objeto continuar viajando alrededor del planeta.
