En un vacío, la velocidad de la luz es de 186,282 millas por segundo. Esto equivale a 299,792 kilómetros por segundo o aproximadamente 670,616,629 millas por hora.
Los intentos de calcular la velocidad de la luz han estado ocurriendo durante siglos. Aristóteles creía que la luz viajaba instantáneamente, pero otro antiguo científico griego, Empédocles, creía que la luz debía tomar tiempo para viajar porque la luz es capaz de moverse. Albert Michelson utilizó un aparato con un haz de luz en un espejo que giraba rápidamente para medir la velocidad de la luz. Albert Einstein calculó que no importa qué tan rápido se mueva un observador, la luz viaja a la misma velocidad y que la velocidad de la luz no varía con el tiempo o la ubicación.