Los riesgos tectónicos son los resultados geológicos del desplazamiento de la placa exhibido por la erupción volcánica, la erosión glaciar, los tsunamis y los terremotos. Los terremotos son los peligros más comúnmente informados debido a la mayor probabilidad de poblaciones más grandes a lo largo de grandes fallas en regiones glaciales u oceánicas.
Los peligros tectónicos hacen más que causar daño. A través de la presión extrema y el calor, se forman nuevos recursos. Muchos de estos recursos se utilizan en el transporte y el comercio. Uno de los mayores beneficios de los volcanes es el suelo extremadamente fértil. Los volcanes también ayudan a proporcionar muchos de los diferentes metales que contribuyen a un amplio espectro de tecnología y cultura. Cobre, oro, plata, plomo y zinc son todos los metales desarrollados a partir de fuentes de magma. Estos minerales naturales son un resultado positivo de los riesgos tectónicos.
Los riesgos tectónicos proporcionan el petróleo y el gas natural que se utilizan en todo el mundo. Cuando las placas tectónicas se presionan unas contra otras, la presión no solo forma montañas, también forma depósitos de petróleo. Cuando la materia vegetal entra en los depósitos, se forma carbón. Esta misma presión y calor proporcionan calefacción geotérmica a comunidades enteras de todo el mundo. Muchos países dependen en gran medida de los géiseres para la calefacción.
Los científicos son más capaces en el siglo XXI de poder calcular y anticipar los riesgos tectónicos antes de que ocurran. Si bien no es completamente preciso, este conocimiento se utiliza para diseñar edificios más seguros y planes de evacuación.