La geografía física, que trata los factores físicos de una región, es un subcampo geográfico relacionado con las características, procesos y patrones que conforman el entorno natural. La geografía física se entiende típicamente en contraste con la geografía humana, que se enfoca en el ambiente construido y modificado por la humanidad.
La geografía física está particularmente guiada por un interés en las relaciones espaciales que existen entre la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la litosfera de la Tierra; además de los fenómenos naturales que existen dentro de ellos, e interactúan entre ellos. La geografía física también se ocupa de las características que caracterizan la superficie de la tierra, como formas de relieve específicas, montañas, suelos, glaciares, ríos y océanos.
Dentro de esta amplia gama de intereses, la geografía física también aborda una serie de problemas pragmáticos y profundamente fundamentales. Por ejemplo, al investigar las relaciones entre las esferas, los geógrafos físicos estudian el cambio climático y su efecto en el entorno natural. Además, algunos geógrafos físicos optan por hacer una crónica del impacto de la actividad solar en la tierra.
En un sentido más amplio, los geógrafos físicos están preocupados por los peligros potenciales. Estos incluyen desastres naturales causados por tormentas como huracanes, tsunamis y tornados, así como los efectos potencialmente catastróficos del calentamiento global en los ecosistemas terrestres. Como tal, la geografía física cuenta con un conjunto muy diverso de subcampos que incluyen climatología, meteorología, oceanografía, ecología del paisaje, geomorfología, glaciología e hidrología.