Los colores cálidos se refieren a los colores que recuerdan al sol, a la puesta del sol o al día. Algunos ejemplos de colores cálidos son el rojo, el amarillo y el naranja, y estos colores se denominan como tales porque se parecen Fuego y evoca sensaciones de calor. Los colores fríos incluyen tonos de azul, verde y violeta, y se dice que los colores recuerdan a cosas frías como el agua o la hierba.
Los colores cálidos y fríos son uno de los elementos de la teoría del color, que es un conjunto de principios y guías prácticas sobre los colores y su uso en las artes visuales. La teoría del color sirve un terreno común desde el cual todos pueden discutir prácticamente todo lo relacionado con los colores y cómo el cerebro humano procesa, percibe e interpreta los colores.
Aunque el concepto de colores cálidos o fríos apenas se discute en la colorimetría moderna, todavía es una parte importante de las prácticas actuales de arte visual y de diseño. Aparte de los colores mencionados, los tonos marrón y tostado también se consideran colores cálidos.
En diseño de interiores y moda, se dice que los colores cálidos son estimulantes, mientras que los colores fríos son relajantes. También se cree que los colores cálidos avanzan o son más activos, mientras que se dice que los colores fríos retroceden. La combinación de colores cálidos y fríos se puede utilizar para enfatizar la percepción de la profundidad.